Reggio Emilia, una joya enclavada en el corazón de la región de Emilia-Romaña, en el norte de Italia, es un destino que desborda historia, arte y una arrebatadora pasión por la buena comida. A menudo eclipsada por ciudades más conocidas como Bolonia o Parma, Reggio Emilia es un tesoro escondido de la rica cultura italiana. En este artículo, te guiaremos a través de 15 imprescindibles que no puedes dejar de ver en Reggio Emilia.
Con sus calles adoquinadas, sus imponentes iglesias y sus palacios señoriales, la ciudad evoca una sensación de nostalgia por un tiempo pasado, pero de ninguna manera es un lugar estancado en el tiempo. Su ubicación estratégica la convirtió en un punto focal a lo largo de los siglos, especialmente durante el Renacimiento, cuando la ciudad experimentó un periodo de gran prosperidad bajo el gobierno de los Este, una de las familias más poderosas de la época. Muchos de los edificios más impresionantes de la ciudad datan de este periodo, y son testimonio de la rica historia cultural de Reggio Emilia.

Una visita a Reggio Emilia es un festín para los sentidos. Podrás pasear por las estrechas calles del centro histórico, admirando las fachadas de colores pastel y los detalles arquitectónicos de los edificios. Cada rincón de la ciudad es un testimonio de su rica historia, con monumentos y edificios que datan de diferentes periodos y estilos, desde el gótico hasta el barroco y el neoclásico. Y no podemos olvidar los palacios señoriales, que parecen sacados de un cuento de hadas, con sus fachadas ornamentadas y sus balcones adornados con hierro forjado.
La ciudad es también un centro cultural vibrante, con una gran cantidad de museos, galerías de arte y teatros que ofrecen una gran variedad de exposiciones y actuaciones durante todo el año. Desde la Galleria Parmeggiani, que alberga una impresionante colección de arte del siglo XIX, hasta el Teatro Municipal Romolo Valli, uno de los teatros más importantes de Italia, hay algo para cada amante de la cultura en Reggio Emilia.
No podemos hablar de Reggio Emilia sin mencionar su rica tradición culinaria: algunos de los mejores platos de la cocina emiliana, como el «erbazzone», una sabrosa tarta de espinacas, o los «cappelletti», un tipo de pasta rellena que se sirve con una rica salsa de carne. Y por supuesto, no puedes dejar de probar el famoso vinagre balsámico de Modena, que se produce en la región (exclusivamente en las provincia de Módena y Reggio Emilia).
Veamos los 15 imprescindibles que visitar en Reggio Emilia:
- Tabla de Contenido
- La Catedral de Reggio Emilia
- La Piazza Grande o Piazza Prampolini
- La Basílica de San Próspero
- El Teatro Municipal Romolo Valli
- La Galeria Parmeggiani
- El Museo del Tricolore
- La Basílica y el claustro de Ghiara
- El Parco del Popolo
- El Claustro de San Pedro
- El Palazzo Ducale
- El Parco di Nevicati
- La Biblioteca Panizzi
- Los museos cívicos de Reggio Emilia
- Degustar los platos típicos de Reggio Emilia
- Ciudades cercanas que visitar desde Reggio Emilia
1.- La Catedral de Reggio Emilia
La Catedral de Reggio Emilia, es un monumento histórico y religioso de gran importancia. Está dedicada a Santa María Asunta. Su edificación es un testamento de distintas épocas, desde la romana hasta nuestros días, construida sobre un palacio romano del siglo IV.
La catedral alberga una impresionante variedad de estilos y obras de arte. Su fachada, reconstruida en el 1245-50 gracias a la donación del massaro Malaguzzi, estaba originalmente adornada con frescos. Dentro de la catedral, la «Madonna dorata», una majestuosa estatua de la Virgen María con el Niño Jesús, creada por Bartolomeo Spani en 1522, se sitúa en el tiburio octagonal.
La estructura de la iglesia sigue una forma de cruz latina con tres naves y doce capillas que trazan su perímetro. En el interior, los restos de capitales tardomedievales descubiertos durante las restauraciones del 2010 dan fe de su larga historia.
La Catedral alberga también magníficas pinturas de Orazio Talami en el transepto, así como cuatro estatuas de Clemente que representan a San Massimo, San Prospero, Santa Caterina d’Alessandria y San Sebastiano. En la zona más antigua del Altar, se encuentran los restos de los Santos Cristiano y Daria.
La Cappella Fiordibelli, dedicada a los benefactores del Duomo en el siglo XV, contiene una pintura de la Asunción de la Virgen María realizada por Guercino en 1626. La Cappella del Santissimo Sacramento, por otro lado, alberga un extraordinario tabernáculo de mármol, obra de Clemente.
La Catedral de Reggio Emilia es un monumento de profundo significado religioso y un testamento de la historia de la ciudad, desde su fachada frescada hasta su opulento interior, representando la rica tradición artística y religiosa de Italia.
La Entrada es gratuita. Siendo un lugar de culto, es necesario vestirse decorosamente y respetar los momentos de celebración liturgica.
Durante el verano, es frecuente encontrar matrimonios, sobre todo por la tarde. Menos los domingos, porque en Italia no suelen casar de domingo, por ser el día dedicado al Señor.
2.- La Piazza Grande o Piazza Prampolini
La Plaza Prampolini, en homenaje al político y parlamentario socialista de Reggio Emilia, Camillo Prampolini, también se le conoce como Piazza Grande, constituye el núcleo palpitante de la urbe, escenario de los eventos más relevantes y lugar de acogida del mercado bisemanal (martes y viernes). Una de las plazas donde celebrar la navidad, el fin de año, carnaval y otros eventos durante el año.
En Piazza Grande pueden ver algunos de los palacios y construcciones más relevantes de la ciudad: el Palacio Municipal, la Torre del Prostíbulo (en italiano Torre del Bordello por estar ubicada a un lado del «prostíbulo» de la ciudad, fue realizada en 1489), la Catedral y el Baptisterio de Reggio Emilia, la Casa de las Notarías y el Palacio del Podestà con la Torre del Reloj. Este inmueble distingue la Plaza Prampolini de la Plaza del Monte y, en sus inicios, se encontraba vinculado al palacio contiguo mediante el Pórtico de la Pescadería, desmantelado en 1915. La Torre del Reloj, levantada en 1216, aloja 3 campanas: el Campanoun (o Forcarola), el Bariloun y la Céca.
En el centro de la plaza, delante del palacio, se ubica la Fuente del Crostolo: la escultura que corona su cima simboliza al arroyo de la ciudad (el Crostolo) y formaba parte de las lujosas decoraciones arquitectónicas del Palacio Ducal de Rivalta.
La Plaza Prampolini se halla comunicada con la Plaza San Prospero a través del Callejón Broletto, un pasadizo abovedado logrado en 1488 por la perforación de la pared del huerto de los Canónigos.
Encima del arco de ingreso a la Plaza Prampolini se puede leer la frase del siglo XVIII que reza: “Stat regensium fides nulla sub aevo interora” (Permanece la lealtad de los reggianos, nunca desaparecerá en ninguna era).
Definitivamente una de las plazas más importantes de Reggio Emilia, donde iniciar vuestro recorrido por la ciudad.
3.- La Basílica de San Próspero

La Basílica de San Prospero se ubica en la plaza homónima, en el núcleo histórico de Reggio Emilia. Está dedicada al santo patrón de la localidad. Es una sobresaliente muestra del barroco de la región Emilia, resguarda, bajo el altar principal, los restos del Santo Patrono, anteriormente custodiados en el primer claustro que llevaba su nombre, situado fuera de las fortificaciones de la ciudad (San Prospero Extra Moenia).
La Basílica y la torre conforman un impactante escenario monumental para quienes acceden a la plaza. La fachada, obra de G.B. Cattani, se remonta a mediados del siglo XVIII, y alberga once estatuas de Santos protectores y eruditos de la Iglesia.
En el borde del presbiterio se hallan seis singulares leones de mármol rojo de Verona, que originalmente tenían como propósito sostener seis columnas para edificar tres pórticos frente a las tres entradas de la Basílica. Dada su antigüedad, las esculturas son probablemente de la era románica. Se atribuyen al escultor reggiano Gaspare Bigi, los pedestales de los leones, uno de los cuales presenta el perfil del noble reggiano Girolamo Pratonieri, patrocinador de la restauración de la iglesia. A la derecha de la fachada se yergue la torre campanario octogonal inacabada, diseñada por Cristoforo Ricci y modificada en el proyecto por Giulio Romano.
El interior de la Basílica cuenta con tres naves en forma de cruz latina con cúpula. En el ábside se puede admirar el impresionante ciclo de frescos de Camillo Procaccini (artista de Bolonia) que representa el «Juicio Universal». También colaboraron en la obra el cremonés Bernardino Campi y el parmense Giovan Battista Tinti. El exquisito coro de madera (de los De Venetiis de 1546) embutido con paisajes campestres, bodegones, perspectivas urbanas constituye, por su técnica sofisticada, una obra cumbre del arte de la talla y de la marquetería que se consolida en Reggio Emilia desde mediados del ‘400.
4.- El Teatro Municipal Romolo Valli
Reggio Emilia es reconocida como la «ciudad de los teatros», gracias a sus 3 teatros: el Teatro Valli, el Teatro Ariosto y el Teatro Cavallerizza, todos ubicacos en la Plaza de la Victoria.
El Teatro más importante, sin dudas, es el Teatro Romolo Valli, donde se han llevado a cabo notables temporadas de ópera y conciertos desde 1857. Lleva el nombre de un famoso actor de la ciudad. Fue el teatro donde Luciano Pavarotti hizo su debut el 29 de abril de 1961, interpretando el personaje de Rodolfo en La bohème.
El Teatro Valli es el típico teatro italiano: cuenta con más de 1.000 butacas distribuidas en una estructura de herradura con cuatro filas de palcos y un balcón. La belleza de Valli ya es sorprendente desde su exterior: con una inspiración en el Gran Teatro de Burdeos, la fachada principal presenta un pórtico dórico con doce columnas.
Pueden hacer una visita guiada para descubrir su interior, desde la sala hasta el escenario, pasando por las Salas de la Astrolámpara y de los Pintores, recorriendo escaleras y corredores usualmente cerrados al público.
El Teatro municipal de Romo Valli se presenta con una planta rectangular y se organiza en tres áreas (como muchos teatros italianos): los accesos en la planta baja y el vestíbulo en el primer piso, el auditorio con los palcos y el escenario con su maquinaria. Todo está conectado mediante pasillos y escaleras principales y de servicio.
La fachada principal, se caracteriza por un pórtico dórico de doce columnas monolíticas, flanqueado por dos áreas con pilares que recorren los costados del edificio. Las alas laterales poseen terrazas que amplían el espacio del vestíbulo, permitiendo al público apreciar la vista de los alrededores. Entre los arcos se encuentran cuatro medallones en relieve: Menandro, Sófocles, Eurípides y Aristófanes, obra de Paolo Aleotti de Reggio. El segundo nivel consta de trece ventanas con frontones triangulares. La parte superior de la fachada está adornada con veinte estatuas de tres metros de altura que representan la educación y el placer, y en cada terraza se colocan otras cuatro estatuas de dos metros y medio de altura.
El vestíbulo, que da acceso al teatro, cuenta con cinco puertas de entrada desde el exterior y tres puertas de conexión con el atrio. Se decoró con bustos de Cesare Costa y Achille Peri y dos medallones que representan a Terencio y Plauto. La bóveda de crucería está pintada en claroscuro, al igual que el resto de las zonas de tránsito.
El atrio, de forma octogonal alargada, se diferencia del vestíbulo por la riqueza y complejidad de su ornamentación. La bóveda del pabellón se divide en 12 espacios mayores y otros 4 menores. Desde el atrio se accede a los palcos a través de unas escaleras dispuestas lateralmente en la entrada de la sala y, con una rampa que parte a la derecha de la entrada, se llega a las salas del Ridotto, antiguamente sede de la Società del Casino y lugar de encuentro principal de la sociedad reggiana.
5.- La Galeria Parmeggiani
La Galería Parmeggiani, hogar de la colección de arte de Luigi Parmeggiani. Entre sus obras más destacadas se encuentran el Retrato del Príncipe Carlos de Borbón de Herrera Barnuevo, antes atribuido a Velázquez; un tríptico del siglo XVI, que se cree que es obra del Maestro de Brujas, anteriormente asignado a Van Eyck; y la Bendición Salvador, sin duda atribuida a El Greco.
El curioso personaje de Luigi Parmeggiani, un anarquista convertido en amante del arte y las antigüedades, fue el responsablede la unión de las colecciones de la galería. Después de verse involucrado en un atentado en Reggio Emilia en 1889, Parmeggiani se exilió en Londres, donde conoció al español Escosura, propietario de una galería de arte y pintor de escenas históricas. En París, Parmeggiani y Escosura gestionaron la «Louis Marcy Maison», una galería de antigüedades propiedad de la familia de Madame Escosura, Marie Therese Augustine Filieuse Marcy.
La Galería comercializaba objetos artesanales de estilo antiguo, diseñados por Escosura y vendidos como auténticos a museos y coleccionistas reconocidos. Parmeggiani adoptó la identidad de Louis Marcy después de la muerte de Escosura en 1902, y continuó con la producción y venta de falsificaciones. En 1920, Parmeggiani contrajo matrimonio con Anna Detti, nieta de Madame Escosura e hija del pintor Cesare Detti. Regresó a Reggio Emilia en 1924, trayendo consigo un patrimonio artístico considerable.
El edificio que alberga la colección, un encantador inmueble gótico-renacentista, fue construido por Parmeggiani entre 1925 y 1928. En su interior, se conservan muebles, vestimentas, telas y pinturas de la colección privada de Ignacio León y Escosura, así como objetos de artesanía del taller de Marcy. En 1932, Anna y Luigi Parmeggiani vendieron el edificio y toda la colección al municipio de Reggio Emilia, asegurando una renta vitalicia para la apertura de la Galería. Luigi Parmeggiani falleció en 1945 y su esposa Anna en 1954.
Sin duda, la Galería Parmeggiani es una parada obligatoria en tu recorrido por Reggio Emilia, una verdadera joya para los amantes del arte y la historia.
6.- El Museo del Tricolore
El Museo del Tricolore en Reggio Emilia es un verdadero tesoro histórico y cultural que no puedes dejar de visitar si te encuentras en esta hermosa ciudad italiana. Su enriquecida colección, iniciada por Gaetano Chierici y luego expandida por Naborre Campanini, cuenta la fascinante historia de la bandera italiana.
La propuesta del museo vino de la mano del destacado historiador Ugo Bellocchi, quien tuvo un papel fundamental en la recreación documental del primer Tricolor en 1966. Entre 1985 y 1987, el museo encontró su primer hogar en varias habitaciones contiguas a la famosa Sala del Tricolore, gracias al patrocinio del Lions Club Reggio Emilia Host.
La Bandiera Italiana nación en Reggio Emilia el 7 de Enero del 1797, de hecho, el Bicentenario de 1997 dio lugar a un nuevo impulso y a una renovación del diseño del museo, oficialmente inaugurado el 7 de enero de 2004 por Carlo Azeglio Ciampi, entonces Presidente de la República. Comenzando con una sección única dedicada al período de 1796 a 1814, a través de los años vitales que llevaron a la creación de la bandera italiana en Reggio Emilia.
En 2006, se inauguró una segunda sección que prolonga la narración de la historia del Tricolor, desde las insurrecciones de 1820-21 hasta la consolidación definitiva de la independencia y la unidad italiana, simbolizada en la bandera tricolor.
El Museo del Tricolore es, sin duda, una parada obligatoria en tu viaje a Reggio Emilia, un lugar donde puedes sumergirte en el fascinante viaje de la bandera italiana, desde su origen hasta su reconocimiento como el símbolo nacional del país.
7.- La Basílica y el claustro de Ghiara
La Basílica de la Madonna della Ghiara, o simplemente conocida como la Basílica de la Ghiara, es uno de los lugares imprescindibles en cualquier recorrido por Reggio Emilia. Situada en el histórico Corso Garibaldi, esta basílica es más que un simple templo religioso, es un verdadero testimonio del fervor y devoción religiosa de la ciudad.
La basílica es fruto de la fe de los fieles que veneraban una imagen milagrosa de la Virgen. Según la leyenda local, se produjeron milagros en esta localización, lo que desató una ola de devoción y peregrinación, y las ofrendas permitieron la construcción de este templo más grandioso en el lugar de un humilde edificio original.
El diseño de la basílica es el resultado de un concurso entre tres arquitectos reconocidos de la época. El ganador, Alessandro Balbo de Ferrara, creó un templo con planta de cruz griega que cuenta con una cúpula central y cuatro cúpulas más pequeñas en los rincones. La fachada es de ladrillo con adornos de mármol blanco de Verona, destacando por su equilibrio entre los estilos dórico y jónico.
La decoración interior es un despliegue de lujo tardorrenacentista. Con profusión de dorados, mármoles y frescos magníficos, inspirados en los relatos del Antiguo Testamento, la basílica es un festín visual. El punto focal del templo es la glorificación de las heroínas de la Biblia, cuyas virtudes se reflejan en las de la Virgen María.
Además de su rica decoración, la basílica alberga un museo que recoge un conjunto notable de obras de arte, entre ellas piezas de Carracci, Guercino y Tiarini. Este espacio de cuatro salas exhibe desde platería hasta bordados, siendo uno de sus tesoros más preciados la Corona donada por la Comunidad de Reggio en 1674 en agradecimiento a las gracias recibidas.
No puedes pasar por Reggio Emilia sin maravillarte con la Basílica de la Ghiara, una joya de la arquitectura religiosa y una fuente de devoción que sigue viva después de siglos. Su historia, su belleza y su museo hacen de ella un punto de parada obligatorio en tu recorrido por la ciudad.
8.- El Parco del Popolo
El Parque del Popolo, también conocido como Jardines Públicos de Reggio Emilia, es un pulmón verde en el corazón de la ciudad que ofrece un remanso de tranquilidad y belleza natural. Su origen se remonta a 1876, y ha sido testigo de la evolución de la ciudad a lo largo de los años, brindando un espacio para el esparcimiento, la contemplación y la conexión con la naturaleza.
Una de las características más destacadas del Parque del Popolo es su impresionante monumento a los caídos en la guerra mundial, construido en 1927. Este monumento marcó el inicio de una serie de reformas importantes en el parque, que añadieron nuevos macizos de flores, caminos peatonales, bancos y una serie de fascinantes estatuas de piedra. Entre estas, se destacan las estatuas de las cuatro estaciones y el monumento romano a Concordi, que aportan un toque de belleza y solemnidad a los jardines.
El Parque del Popolo también ha sido objeto de una serie de cuidadosas intervenciones de mantenimiento, que se completaron en 2009 con el objetivo de devolver el parque a su aspecto de la década de 1920. Estos trabajos de restauración han permitido recuperar el diseño original de los jardines, realzar los accesos al parque con la disposición de una majestuosa escalera central de piedra, y remodelar los espacios perimetrales del parque.
Al pasear por el Parque del Popolo, los visitantes pueden apreciar los vivos colores de las flores, descansar en los bancos de piedra bajo la sombra de los árboles, y dejarse llevar por el tranquilo ambiente de este oasis en la ciudad. Ya sea para un tranquilo picnic, para disfrutar de un libro o simplemente para un paseo rejuvenecedor, el Parque del Popolo es un lugar imprescindible para visitar en Reggio Emilia. La serenidad y la belleza natural de este parque son un recordatorio de la importancia de los espacios verdes en nuestras ciudades y de cómo estos espacios pueden enriquecer nuestras vidas.
9.- Los Claustros de San Pedro
La visita a Reggio Emilia no está completa sin un paseo por los Claustros de San Pietro, un conjunto arquitectónico de gran relevancia histórica y estética que se remonta al siglo XVI. Concebidos originalmente como alojamiento para un convento que deseaba trasladarse al corazón de la ciudad, estos claustros albergan historias y estilos que evocan diferentes épocas de la Italia del pasado.
El complejo consta de dos claustros de diferentes estilos y tamaños. El claustro pequeño, construido entre 1524 y 1525 por Bartolomeo Spani, presenta un diseño de fines del siglo XV. El segundo claustro, de dimensiones mucho mayores y de estilo manierista, fue construido aproximadamente seis décadas después por Próspero y Francesco Pacchioni. Este último se inspiró claramente en el Palacio Te de Mantua, diseñado por Giulio Romano, lo que se puede apreciar en su majestuosidad y refinamiento.
A lo largo de los siglos, los Claustros de San Pietro han sido testigos de numerosas transformaciones. En 1783, el monasterio se convirtió en almacén militar y posteriormente en Tribunal de Justicia. Durante la Restauración, se transformó en la sede del Educandato delle Maidens y se le otorgó un estilo neoclásico con nuevas obras. La entrada se trasladó a la vía principal, estableciendo una separación física entre la iglesia y el monasterio. Más tarde, tras la unificación de Italia, se convirtió en un cuartel militar, lo que condujo a cambios significativos como el tapiado de los arcos del claustro pequeño y la construcción de viviendas en lo que antes eran jardines.
Hoy en día, los esfuerzos de restauración buscan devolver a los claustros su forma original y revivir su antigua grandeza. Ya se han descubierto diversos frescos en el gran claustro, añadiendo un nuevo nivel de atractivo visual a este histórico lugar.
Explorar los Claustros de San Pietro es como viajar atrás en el tiempo, experimentando la evolución histórica de Reggio Emilia a través de su arquitectura. Ya sea que te atraigan su interesante pasado, la belleza de su diseño, o la tranquilidad que ofrecen estos espacios, los Claustros de San Pietro son un imperdible en tu visita a Reggio Emilia.
10.- El Palazzo Ducale
El Palacio Ducal de Reggio Emilia, situado en Corso Garibaldi, frente al templo de la Beata Vergine della Ghiara, es un imponente edificio que actualmente alberga las oficinas de la provincia y de la prefectura. Este palacio es de gran importancia histórica y arquitectónica para la ciudad.
Construido a finales del siglo XVIII como sede del gobernador de Reggio Emilia, el palacio se levanta donde antiguamente se encontraba un monasterio. En 1814, la ciudad donó el edificio al duque Francesco IV d’Austria-Este. Entre 1838 y 1845, el palacio fue objeto de numerosas intervenciones a cargo del arquitecto neoclásico Pietro Marchelli, quien le otorgó su apariencia actual.
Con la llegada de la era napoleónica y el establecimiento del Reino de Italia en 1802, el palacio de Armani se convirtió en residencia de los prefectos.
Un último conjunto de trabajos importantes tuvo lugar en 1911, cuando se suprimió la capilla de Santa Liberata, fundada en 1680 y ubicada en el límite con el Monasterio. Durante la transformación en Palacio Ducal, esta capilla se incorporó y se destinó a ser la capilla privada del Duque. Los trabajos de 1911 llevaron a la actual disposición de las fachadas exteriores e interiores.
El Palacio Ducal es, sin duda, un hito importante en Reggio Emilia, un testamento tangible de la historia política y social de la ciudad, y una joya de la arquitectura neoclásica italiana.
11.- El Parco di Nevicati
El Parco de Nevicati es un santuario de tranquilidad en Reggio Emilia. Situado en una colina, este parque rodea una impresionante villa del siglo XIX, que una vez sirvió como escuela primaria y ahora alberga el Centro Cultural «Villa Soragna».
El parque ofrece áreas de juegos, recintos con una variedad de animales y una colonia libre de conejos enanos. Los visitantes pueden explorar su variada vegetación, que se extiende hasta el Parque Regional Boschi di Carrega, y disfrutar de las vistas panorámicas de la villa y sus alrededores.
La villa, construida por la familia Tarchioni y vendida a Guido Maria Meli Lupi de Soragna en 1900, es un testamento de la rica historia de la región. Sin duda, el Parco de Nevicati es una parada esencial en cualquier visita a Reggio Emilia.
12.- La Biblioteca Panizzi
13.- Los museos cívicos de Reggio Emilia
Los Museos Cívicos de Reggio Emilia conforman un sistema de museos que documentan y valorizan las memorias de la naturaleza, la arqueología, el arte y la historia de todo el territorio provincial. Esta red de museos abarca cinco sedes principales, dos espacios monumentales y la Biblioteca de las Artes.
La fundación de este sistema museístico se remonta a 1799 con la adquisición por parte de la ciudad de Reggio Emilia de la colección personal del científico Lazzaro Spallanzani. Esta vasta colección, que abarca áreas como zoología, paleontología, mineralogía, litología y botánica, además de una variedad de objetos de decoración, ha sido exhibida en el Palazzo dei Musei desde 1830.
A lo largo de los siglos XIX y XX, las colecciones se ampliaron y diversificaron para abarcar también la arqueología, el arte, la historia y la etnografía. A estas colecciones se fueron sumando otras, como las donadas por Gaetano Chierici, fundador del Museo Nacional de Historia en 1870, y Naborre Campanini, pionero en la introducción de una galería de imágenes.
Además, el sistema de museos ha crecido en términos de espacio, incorporando a lo largo del tiempo nuevos edificios y salas de exposición. Destacan entre ellos la casa-museo de Luigi Parmeggiani, la Galleria Parmeggiani, el Museo y Tesoro de la Basílica della Ghiara, el Museo de la bandera tricolor, y el Museo de la psiquiatría, ubicado en el pabellón Lombroso.
El Palazzo dei Musei, que alberga desde la arqueología hasta la historia natural y el arte, ofrece una vista panorámica de la historia de Reggio Emilia. En el segundo piso, el arquitecto Italo Rota ha comisariado un itinerario que recorre desde la prehistoria hasta el siglo XIX, finalizando con una sección dedicada a la fotografía contemporánea, con una exposición permanente de obras de Luigi Ghirri.
Este sistema museístico es una verdadera joya para todos aquellos que deseen sumergirse en la rica historia y la diversidad cultural de Reggio Emilia, proporcionando un viaje fascinante a través del tiempo y los cinco continentes.
14.- Degustar los platos típicos de Reggio Emilia
Reggio Emilia es conocida por su rica cocina, que aúna lo mejor de las recetas ancestrales con la innovación de la gastronomía contemporánea. Entre los platos imprescindibles que debes probar está, sin duda, el Parmigiano Reggiano, el famoso queso parmesano. Este producto local se utiliza en numerosas recetas y es un verdadero emblema de la región Emilia Romaña. Producido siguiendo antiguas técnicas de quesería, su sabor intenso y delicado a la vez te hará entender por qué es uno de los quesos más famosos del mundo.
Otra delicia local es el Prosciutto di Parma, un jamón curado que se seca al aire durante al menos 12 meses. Su sabor dulce y delicado es ideal para acompañar al «gnocco fritto» y un vaso de Lambrusco.
Si eres amante de la pasta, no puedes dejar de probar los tortelli verdi, un tipo de pasta rellena de espinacas y ricotta. Por otro lado, los gnocchi fritti o torta fritta son otro manjar que no puedes dejar de probar: pequeñas bolas de masa fritas hasta que estén doradas y crujientes, normalmente se sirven como aperitivo acompañadas de embutidos y quesos.
Finalmente, termina tu recorrido gastronómico con un toque dulce: prueba el «spongata», un pastel relleno de nueces, piñones, almendras y mermelada, especiado con canela y clavo. Este postre, típico de la temporada navideña, es una verdadera delicia que se remonta a los tiempos romanos.
Estos son solo algunos ejemplos de la rica gastronomía de Reggio Emilia. Hay muchos restaurantes y trattorias locales donde puedes experimentar la verdadera cocina de Emilia-Romaña, preparada con amor y con los ingredientes más frescos y de calidad. No olvides acompañar tu comida con uno de los excelentes vinos de la región para completar la experiencia culinaria.
15.- Ciudades cercanas que visitar desde Reggio Emilia
Mientras te encuentras en la encantadora ciudad de Reggio Emilia, puedes aprovechar su ubicación estratégica en la región de Emilia-Romaña para explorar algunas ciudades cercanas que cuentan con una rica historia, una exquisita gastronomía y una belleza natural impresionante.
Aquí tienes algunas recomendaciones de ciudades que no pueden perder:
1. Parma: A solo 30 minutos en coche desde Reggio Emilia, Parma es famosa por su queso parmesano y el jamón de Parma. Pero hay mucho más en esta ciudad que su fama gastronómica. El casco antiguo de Parma es una joya con sus impresionantes palacios, la catedral y el baptisterio. La Galería Nacional en el Palacio Pilotta alberga una extensa colección de arte renacentista. Pueden elegir dormir en Parma para visitar Reggio Emilia.
2. Modena: Ubicada a unos 40 minutos de Reggio Emilia, Modena es conocida por su producción de vinagre balsámico y por ser la sede de las famosas marcas de coches Ferrari y Maserati. No te pierdas la Catedral de Modena, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y su Torre Ghirlandina.
3. Bolonia: A aproximadamente una hora en coche de Reggio Emilia, Bolonia, la capital de la región, es famosa por su antigua universidad y su impresionante casco antiguo, lleno de hermosos edificios medievales y renacentistas. Los portales cubiertos, que suman casi 40 km, son una característica distintiva de la ciudad.
4. Mantua: Esta joya del Renacimiento se encuentra a menos de una hora de Reggio Emilia. Mantua es conocida por el impresionante Palacio Ducal y el Palacio Te. Ambos albergan magníficos frescos de artistas como Mantegna y Giulio Romano.
5. Ferrara: A poco más de una hora en coche desde Reggio Emilia, Ferrara es una encantadora ciudad medieval que cuenta con un espectacular castillo del siglo XIV y una catedral gótica. Ferrara es conocida como la «ciudad de las bicicletas», por lo que es un placer explorarla a pedales.
Visitar estas ciudades cercanas te dará una visión más amplia de la rica cultura y la historia de la región de Emilia-Romaña, convirtiendo tu estancia en Reggio Emilia en una experiencia aún más memorable.
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