Principales atracciones que visitar en la región La Toscana, 25 lugares destacados que conocer durante vuestro viaje.
La región de Toscana es una de las mayores y más importantes regiones italianas por su patrimonio artístico, histórico, económico, cultural y geográfico. Está ubicada en la zona central de Italia. Seguramente es una de las metas turísticas más frecuentes en Italia. Su capital, ciudad más poblada (366.074 habitantes) y centro económico, administrativo y cultural es Florencia. Entre otras ciudades turísticas están Pisa, Lucca, Siena, Livorno, entre muchas otras. Las Provincias de Toscana son: Provincia de Florencia, Provincia de Prato, Provincia de Siena, Provincia de Lucca, Provincia de Pisa, Provincia de Pistoia, Provincia de Grosseto, Provincia de Livorno, Provincia de Massa-Carrara, y Provincia de Arezzo.
Los mejores 25 lugares que visitar en Toscana:
1.- Florencia

Florencia es por excelencia una de las ciudades más bella de Italia, si duda es una de las TOP 10 ciudades que visitar en Italia. Por su posición estratégica, la pueden visitar fácilmente en tren desde Roma o desde Venecia. Cuna del renacimiento, caminar por Florencia es re-vivir el pasado mas gloriosio de Italia y el mundo. Junto con Roma y Venecia, es una de las ciudades mas visitadas de Italia.
Entre las cosas que pueden visitar en Florencia, no pueden perderse:
- Visitar la Catedral Santa María Novella de Florencia – Horarios, precios y ubicación
- Visitar la Galleria degli Uffizi a Florencia
- Visitar el Puente Viejo en Florencia
- Visitar el Baptistero de San Juan de Florencia – Horarios, precios y ubicación
- Visitar el jabalí para regresar a Florencia
- Visitar el DAVID en la Galería de la Academia de Florencia
- Visitar el Campanario de Giotto en Florencia – Horarios, precios, entrada y ubicación
- Visitar la Basílica de San Lorenzo Florencia – Entrada, horarios y ubicación
- Visitar Palacio Pitti en Florencia – Horario, precios y ubicación
- Sinagoga y Museo Hebreo de Florencia – Horarios, entradas, precios
- Fortaleza da Basso – Fortezza San Giovanni – Centro ferias Florencia
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2.- Pisa

Al mencionar Pisa, la imagen que surge en la mente de la mayoría es su icónica Torre Inclinada. Sin embargo, esta joya toscana ofrece mucho más que este famoso campanario. Te invito a descubrir una ciudad que combina la rica historia, la arquitectura deslumbrante y una cultura vibrante que te hará querer volver una y otra vez.
Comencemos, por supuesto, en la Piazza dei Miracoli, el corazón de Pisa y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí, la Torre Inclinada se erige orgullosamente, desafiando las leyes de la física y la arquitectura. Pero no te detengas allí; la contigua Catedral de Pisa es una obra maestra del arte románico, con su fachada intrincadamente tallada y su impresionante interior. A su lado, el Baptisterio es una maravilla acústica y arquitectónica, siendo el más grande de Italia.
A unos pasos, el Museo delle Sinopie alberga esbozos preliminares de los frescos que adornaban el camposanto, proporcionando una visión única del proceso artístico medieval. Hablando del Camposanto Monumental, su serena belleza y sus frescos restaurados lo convierten en un lugar de reflexión y admiración.
Sal de la sombra de la torre y descubre las numerosas plazas de Pisa: Piazza dei Cavalieri fue el centro político en tiempos medievales y ahora es el hogar de la prestigiosa Universidad Scuola Normale di Pisa. El palacio Palazzo della Carovana con sus esgrafiados es una parada imprescindible.
La Iglesia de Santa Maria della Spina, a orillas del río Arno, es una pequeña joya gótica que alberga un espinario que, según se dice, proviene de la corona de Cristo. Mientras paseas por las orillas del Arno, sumérgete en la atmósfera serena y disfruta de las vistas de los edificios históricos que se reflejan en sus aguas.
La Piazza delle Vettovaglie es el lugar ideal para disfrutar de la auténtica vida pisana. Rodeada de arcadas y animados bares, es perfecta para saborear la cocina local y observar el ir y venir diario.
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3.-Siena

Siena, en el corazón de Sien, es una joya medieval que te atrapa desde el primer vistazo. Con sus calles serpenteantes, plazas históricas y torres que tocan el cielo, Siena es un museo al aire libre que te invita a sumergirte en su rica tapezaña histórica y cultural.
Son muchas las atracciones que ver en Siena, desde su imponente Piazza del Campo, el centro neurálgico de Siena y uno de los espacios urbanos más grandes y distintivos de Toscana. Su forma de abanico es el escenario de «Il Palio», la famosa carrera de caballos que se celebra dos veces al año y llena la ciudad de color y fervor.
Uno de mis recuerdos más dulces de Siena, es sentarme en es plaza y sentir su energía, el murmullo de los turistas, la atmosfera, ¡una experiencia inolvidable!.
Si amas subir las torres medievales, no puedes dejar de visitar la Torre del Mangia. Si te sientes aventurero, sube sus escaleras y te encontrarás con una panorámica de Siena y sus alrededores que roba el aliento.
No muy lejos, encuentran La Catedral de Siena (Duomo) testimonio perfecto del esplendor gótico italiano. Su fachada, rica en detalles y esculturas, es solo el comienzo. Adentro, el pavimento de mármol ilustrado y las obras maestras de artistas como Donatello y Bernini te dejarán maravillado.
Aquellos interesados en el arte deben dirigirse al Museo Civico, ubicado en el Palazzo Pubblico, alberga algunas de las piezas más significativas del Renacimiento italiano, incluyendo frescos de Lorenzetti y Simone Martini.
Y si lo que buscas es un retiro tranquilo, el Orto Botanico es un oasis verde en medio de la ciudad, un lugar ideal para relajarse y conectarse con la naturaleza.
Por supuesto, Siena no solo es historia y arte. Es un placer para los sentidos. Pasea por sus calles y encontrarás pequeñas tiendas que ofrecen panforte y ricciarelli, dulces tradicionales que te tentarán a cada paso. Y cuando el hambre apriete, las osterias locales ofrecen platos toscanos que te harán saborear la esencia de Italia.
Siena es una parada obligatoria para cualquier viajero en busca de una experiencia auténtica en la Toscana. Es una ciudad que encanta, sorprende y, sin duda, te llamará a volver una y otra vez. ¡Descúbrela!
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4.- Lucca, El Encanto Secreto de la Toscana

Lucca es una de las joyas más interesantes que visitar en Toscana, con su casco antiguo medieval en perfectas condiciones, un lugar mágico donde caminar literalmente en el pasado.
La muralla renacentista que envuelve la ciudad es uno de sus principales atractivos. Perfectamente conservada, no solo sirve de frontera histórica sino que es el lugar ideal para un paseo en bicicleta o una caminata al atardecer. Desde ella, disfrutarás de vistas panorámicas de Lucca y de las colinas toscanas que la rodean.
Una vez dentro, el laberinto de callejuelas adoquinadas te guiará a maravillas como la Catedral de San Martín, este templo, con su impresionante fachada y tesoros artísticos en su interior, es un testimonio del rico legado religioso de Lucca.
La Plaza del Anfiteatro es otro de los rincones mágicos de la ciudad. Con su forma ovalada, sigue el contorno del antiguo anfiteatro romano que existió en el mismo lugar. Rodeada de coloridos edificios y cafeterías, es el sitio perfecto para detenerse, disfrutar de un capuchino y sentir el pulso de Lucca.
No te pierdas la Torre Guinigi. Aunque la subida puede parecer desafiante, la recompensa vale la pena: una vista incomparable de la ciudad y, sorprendentemente, árboles en su cima que crean un jardín colgante único en su tipo.
El Museo Nacional de Villa Guinigi es una parada obligada para los amantes del arte. Aquí, descubrirás una colección impresionante de artefactos y obras que trazan la rica historia de Lucca desde tiempos etruscos hasta el Renacimiento.
Sin olvidar sus ricas trattorias y ristorantes que te invitan a probar delicias toscanas, desde sabrosos risottos hasta su famoso aceite de oliva, considerado uno de los mejores del mundo.
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5.- San Gimignano

En las colinas ondulantes de la Toscana, donde los viñedos se mezclan con la historia, emerge San Gimignano, un lugar que parece sacado de las páginas de un cuento de hadas. Con sus torres puntiagudas que se elevan majestuosamente hacia el cielo, esta ciudad es un testimonio viviente del esplendor medieval italiano.
Las torres medievales son el ícono indiscutible de la ciudad. De las 72 que originalmente definieron el perfil de San Gimignano, 14 siguen en pie, desafiando al tiempo.
Subir a la Torre Grossa, la más alta de todas, es esencial. Desde su cima, las vistas panorámicas de la ciudad y el campo toscano te dejarán sin aliento.
La Piazza della Cisterna y la Piazza del Duomo son el corazón vibrante de San Gimignano. Ambas plazas están flanqueadas por edificios históricos y ofrecen un ambiente perfecto para disfrutar de un gelato (¡prueba el galardonado helado de la Gelateria Dondoli!) mientras te sumerges en el ambiente medieval.
La Basílica de Santa Maria Assunta, es una obra maestra del arte románico. En su interior, los frescos que detallan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento son un festín visual que no puedes perderte.
Si eres amante del arte, el Museo Civico es tu lugar. Este museo alberga una espléndida colección de obras renacentistas, incluyendo piezas maestras de la escuela florentina.
La magia de San Gimignano también se encuentra en sus calles y rincones escondidos. Pasea por sus callejuelas, descubre pequeñas tiendas de artesanía local y déjate sorprender por la esencia auténtica de la Toscana.
Y, por supuesto, ningún viaje a San Gimignano estaría completo sin probar su vino Vernaccia, un blanco seco y afrutado que es el orgullo de la región.
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6.- Volterra

Volterra es uno de mis pueblos medievales preferidos de Toscana. Seguramente famoso en los últimos años gracias a la saga de Twilight (los vampiros americanos). Su burgo perfectamente conservado, su museo de la tortura, sus plazas, fuentes y callejuelas, son un regalo para el alma!.
Desde los etruscos hasta los romanos, pasando por la Edad Media, Volterra ha sido testigo de épocas que han dejado su huella indeleble en sus calles y monumentos. Al llegar, la majestuosa Puerta Etrusca te da la bienvenida, siendo la principal entrada a la ciudad y uno de los vestigios más antiguos de la época etrusca.
El Teatro Romano de Volterra, construido en el siglo I a.C., es una parada obligada. Su estructura semicircular, sus gradas y escenario te transportarán al apogeo del Imperio Romano. Imagina las representaciones que tuvieron lugar aquí, bajo el mismo sol que hoy ilumina tus pasos.
La Piazza dei Priori es el corazón palpitante de Volterra. Rodeada de edificios históricos como el Palazzo dei Priori, el más antiguo palacio del ayuntamiento en la Toscana, esta plaza invita a los visitantes a disfrutar de una pausa, mientras se maravillan con la arquitectura medieval.
No te pierdas la Catedral de Santa Maria Assunta, un glorioso testimonio del arte románico con su impresionante fachada y su interior repleto de obras maestras del arte sacro.
El arte también se encuentra en el alabastro, la piedra suave y translúcida que ha hecho famosa a Volterra. En el Museo del Alabastro, descubre la magia de esta piedra y la habilidad de los artesanos locales que la transforman en verdaderas obras de arte.
La Fortaleza de los Medici, con sus torres imponentes, ofrece panoramas inigualables de la ciudad y el paisaje toscano, mientras que el Museo Etrusco te sumerge en los enigmas de una de las civilizaciones más intrigantes de Italia.
Finaliza tu día en una enoteca local, degustando los vinos de la región y saboreando la auténtica cocina toscana. Siente cómo los sabores locales se funden en tu paladar y te cuentan, a su manera, la rica historia de Volterra.
• Que ver y hacer en Volterra en un día
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7.- Cortona
Corotna es un pequeno burgo toscano famoso en los ultimos anos por la pelicula: «Bajo el sol de Toscana». Pueden visitarlo en un dia, y disfrutar de las campanas que lo circundan. El casco medieval es bastante interesante con el encanto tipico toscano. Pueden llegar en tren o en coche, tambien hay muchas excursiones privadas que lo incluyen .
Pueden leer nuestro post dedicado para mayor informacion: Qué ver en Cortona y como llegar, donde alojarse en Cortona.
8.- Monteriggioni
Monteriggioni es uno de los burgos medievales mejor conservados de Toscana, pequeño (solo dos calles), completamente amurallado con su pequeño museo de las armas ofrece una de las mejores experiencias de «caminar en el pasado» que puedan hacer en Toscana. Pueden visitar en coche, en autobús o en tren (la estación más cercana dista 3 kms). Es famoso porque fue un importante punto de defensa de Siena contra Florencia, gracias a su arquitectura militar nunca cayó en batalla, y fue necesaria una «traición» para que los florentinos pudieran entrar en Monteriggioni. Su imponente Castillo impresionó a Dante a tal punto de incluirlo en la Divina Comedia!.
. Aquí pueden ver nuestros mejores posts: Qué ver en Monteriggioni.
9.- Arezzo

Aunque menos conocida que algunas de sus vecinas toscanas, Arezzo es un cofre repleto de joyas que te sorprenderán a cada paso. Pasear por sus calles adoquinadas es como caminar por páginas de una novela histórica, donde cada rincón relata siglos de cultura, arte y tradiciones.
La Piazza Grande, es el corazón de Arezzo, donde el pasado se encuentra con el presente en una armonía perfecta. Las fachadas de los edificios, que varían desde estilos medievales hasta renacentistas, crean un espectáculo arquitectónico incomparable. No olvides visitar el Palazzo della Fraternita dei Laici; su reloj astronómico es un testimonio del ingenio renacentista.
La Basílica de San Francesco ofrece una visita a los frescos de Piero della Francesca, titulados «La Leyenda de la Verdadera Cruz», que te contarán historias bíblicas con una belleza que te dejará sin aliento. Es una obra maestra que convierte a Arezzo en un destino obligado para los amantes del arte.
La Catedral de los Santos Pedro y Donato, se alza majestuosamente sobre la ciudad, y su interior gótico es tan impresionante como las vistas panorámicas que ofrece de Arezzo.
Para aquellos con un espíritu arqueológico, el Anfiteatro Romano y el Museo Arqueológico ofrecen un viaje al pasado romano de la ciudad, con restos bien conservados y artefactos que narran la vida cotidiana de la antigua Arezzo.
Si eres un aficionado a la joyería, sabrás que Arezzo es famosa por su orfebrería. El Museo del Oro es un testimonio brillante de esta tradición, mostrando técnicas y piezas que han hecho de la ciudad un referente mundial en el arte de la joyería.
Si visitas Arezzo durante el primer fin de semana de septiembre, te encontrarás con la Jousta del Saracino, un torneo histórico donde los caballeros compiten en una atmósfera festiva que te transportará a tiempos medievales.
• Que ver y hacer en Arezzo
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10.- Prato
La ciudad de Prato surge como un relato fascinante que combina la majestuosidad del arte, la riqueza de la historia y la exquisitez de la gastronomía.
Su Catedral es un despliegue de arte gótico y románico que resguarda verdaderas joyas, como el Púlpito de Donatello. Sus frescos y capillas laterales te hablarán de fe, arte y devoción en cada pincelada.
El Palacio Pretorio es un edificio histórico que durante siglos ha sido el centro neurálgico de la ciudad. Convertido en museo, sus salas te revelarán el patrimonio artístico de Prato, con obras que abarcan desde la Edad Media hasta el Renacimiento.
Pero si Prato es conocida por algo, es por su tradición textil. El Museo del Tessuto te ofrece un viaje a través del tiempo, desde la antigua producción de lana hasta la moda contemporánea. Sumérgete en la historia de los tejidos y descubre por qué Prato es considerada la cuna del textil en Italia.
Destaca la Piazza del Comune, rodeada de edificios históricos y animada por cafeterías y tiendas, esta plaza es el corazón latente de la ciudad, donde cada piedra cuenta una historia.
La tradición culinaria de Prato es otro de sus encantos. No dejes de probar los famosos biscotti di Prato, también conocidos como cantucci, ideales para sumergir en un vino santo después de una comida.
Para los amantes de la naturaleza, el Parco di Galceti ofrece un respiro verde, un lugar donde relajarse, hacer picnics y disfrutar de la belleza paisajística de la Toscana.
Prato no es solo una parada en el mapa de la Toscana; es un destino con alma, una ciudad que combina con maestría la tradición y la modernidad. Permítete ser seducido por su encanto, descubre sus secretos y déjate envolver por la autenticidad de una ciudad que, a cada paso, te invita a enamorarte. ¡Prato te espera!
• Que ver en Prato.
• Dolcemente Prato – Pasteleria.
11.- Pienza
En el sinuoso paisaje de la Val d’Orcia, entre suaves colinas y campos dorados, emerge Pienza, un sueño renacentista hecho realidad. Esta ciudad, con su encanto intacto y su esencia artística, es un canto a la belleza y al genio humano.
Comienza tu recorrido en la Piazza Pio II, el corazón palpitante de Pienza. Esta plaza, de una armonía casi divina, es el reflejo del ideal renacentista de belleza urbana. Aquí se encuentra la Catedral de Santa María Asunta, con su fachada elegante y su interior luminoso que alberga impresionantes obras de arte sacro. Siente la paz y el silencio que envuelven este templo y déjate llevar por la contemplación.
A un lado de la plaza, el Palazzo Piccolomini, residencia del Papa Pío II, se alza majestuoso. No solo es un maravilloso ejemplo de arquitectura renacentista, sino que sus jardines colgantes ofrecen vistas panorámicas del Valle que te dejarán sin aliento. Aquí, entre cipreses y esencias mediterráneas, sentirás que el tiempo se detiene.
En el interior del Museo Diocesano pueden admirar una valiosa colección de arte sacro te espera, narrando la profunda devoción y el genio artístico que ha florecido en estas tierras.
Antes de partir, no olvides visitar la Piazza Dante, donde se encuentra el pozo antiguo, testigo silente de los días pasados. Aquí, bajo el cálido sol toscano, es fácil imaginar las risas y las conversaciones de aquellos que, hace siglos, se congregaban en este mismo lugar.
Date un capricho gastronómico en uno de los acogedores restaurantes locales. Entre platos tradicionales y vinos exquisitos, vivirás la Toscana en su expresión más auténtica.
12.- Montalcino
Montalcino, situada en el corazón de la Toscana, es una joya medieval que ofrece una combinación de historia, cultura y enogastronomía que se tatuará en tu memoria.
Empieza tu recorrido de Montalcino en la Fortezza, la fortaleza que corona la ciudad. Desde sus murallas, las vistas panorámicas de los viñedos del Brunello te invitan a soñar. Imagina el susurro de batallas pasadas y festines medievales mientras recorres sus recovecos. Este bastión, además de ser un testigo silente de la historia, alberga catas de vinos que te introducirán al mundo del aclamado Brunello di Montalcino.
Bajando por las callejuelas empedradas, llega hasta la Piazza del Popolo. En su centro, el Palazzo dei Priori se erige orgulloso, siendo un claro recordatorio del poder y prestigio que Montalcino ostentaba en tiempos antiguos. No lejos de allí, la Chiesa di Sant’Agostino con su sencilla fachada te ofrece un oasis de paz y meditación.
El Museo Civico y Diocesano. es un cofre que resguarda tesoros artísticos de incalculable valor. Desde pinturas renacentistas hasta reliquias sacras, este museo te transportará a través de los siglos y te mostrará la riqueza cultural de la región.
Pero si hay algo que distingue a Montalcino, es su pasión por el vino. Aprovecha tu visita para recorrer alguna de las bodegas locales. Déjate seducir por el aroma del Brunello envejeciendo en barricas de roble, escucha las historias que cada viticultor te cuenta sobre su tierra y, por supuesto, deléitate con una cata. El vino no es solo una bebida aquí, es una forma de vida.
Finalmente, descubre la gastronomía local en uno de los encantadores restaurantes del casco antiguo. Desde trufas hasta jabalí, cada plato es una carta de amor a la tradición toscana.
13.- El Museo de Uffizi
14.- Valle del Chianti

Si buscas un lugar donde el paisaje, el sabor y la historia convergen en una sinfonía perfecta, entonces el Valle del Chianti es tu destino. Imagina ondulantes colinas cubiertas de viñedos, antiguos castillos que vigilan desde lo alto y pueblos que han conservado su encanto a lo largo de los siglos.
Al llegar al Chianti, el vino te dará la bienvenida. Esta región es famosa por su vino Chianti Classico, y no hay mejor manera de conocerlo que visitando sus bodegas. Ya sea en una gran finca como Castello di Brolio o en una bodega familiar, la experiencia de degustar este vino en su tierra natal es simplemente inolvidable.
En Greve in Chianti, la principal puerta de entrada al valle, encontrarás la encantadora Piazza Matteotti, rodeada de arcadas que albergan tiendas y restaurantes. No te pierdas el Museo del Vino, que narra la rica historia vinícola de la región.
Castellina in Chianti te seducirá con sus calles adoquinadas y su imponente fortaleza. Desde aquí, las vistas del valle son una postal viviente. En su interior, las tumbas etruscas ofrecen un vistazo al pasado de la región.
Radda in Chianti es un encanto medieval. Pasea por sus murallas y visita la Iglesia de San Nicolò, un ejemplo sublime del arte sacro de la Toscana.
Si eres amante de la arquitectura, Panzano te espera con su Castillo, que domina el paisaje desde su posición estratégica. Además, este pueblo es hogar de algunas de las carnicerías más famosas, donde el sabor de la Toscana cobra vida.
Por supuesto, no puedes dejar de visitar Gaiole in Chianti, donde el Castello di Meleto te invita a descubrir sus secretos, y las pequeñas iglesias dispersas por el campo son testigos silenciosos de siglos de devoción.
La gastronomía del Chianti es tan rica y variada como su vino: desde suculentos bistecs fiorentinos hasta el pecorino fresco, todo acompañado, por supuesto, de una copa del mejor Chianti.
El Valle del Chianti es un lienzo pintado con colores de viñedos, historia y tradición. Es una invitación a vivir la Toscana en su expresión más auténtica. Así que, si buscas un viaje que acaricie tus sentidos y se quede en tu corazón, el Chianti te está esperando.
15.- Valle del Orcia
El Valle d’Orcia, con sus colinas onduladas, cipreses alineados como centinelas y pueblos de piedra que emergen como joyas entre el verde, es la esencia misma de la Toscana.
Comienza tu recorrido por el Valle del Orci en Pienza, la «ciudad ideal» soñada por el Papa Pío II. Este encantador pueblo te seducirá con su armoniosa Plaza Pio II, donde la Catedral se erige con su fachada gótica renacentista. No muy lejos, el Palacio Piccolomini ofrece vistas panorámicas del valle que te dejarán sin aliento. Y antes de irte, regálate un trozo de pecorino, el queso local, que es simplemente divino.
Montalcino es una parada obligatoria para los amantes del vino. Conocida mundialmente por su Brunello, este pueblo medieval alberga numerosas bodegas donde podrás degustar este elixir. Desde la fortaleza, las vistas del Valle d’Orcia son simplemente espectaculares.
El siguiente destino es San Quirico d’Orcia, un remanso de paz con sus encantadoras calles y la bellísima Iglesia Colegiata. El Jardín Horti Leonini, un jardín renacentista, es el lugar perfecto para un paseo reflexivo.
No puedes perderte Bagno Vignoni, un pueblo que gira en torno a una piscina termal romana. Imagina una plaza, pero en lugar de adoquines, está llena de agua caliente. Un baño aquí es revitalizante, una experiencia que combina historia y bienestar.
Y hablando de bienestar, Bagni San Filippo es otro tesoro escondido. Sus aguas termales y las formaciones calcáreas crean un escenario de otro mundo, ideal para relajarse.
El Monte Amiata se erige en el horizonte, y las carreteras serpentean entre campos dorados y cipreses. Las postales en La Capella della Madonna di Vitaleta y La Foce, con sus icónicos cipreses, son un regalo para el alma.
16.- Los Baños Termales de Saturnia
Una de las Termas naturales más importantes de Toscana y seguramente entre las más famosas en «Instagram», por la belleza de sus cascadas y piscinas naturales
Las Termas de Saturnia se ubican al pie del pueblo medieval de Saturnia y rodeadas por un parque secular típicamente de la Maremma.
17.- Carrara y sus canteras de mármol
Carrara es el corazón palpitante de las montañas de mármol más famosas del mundo y un tesoro escondido en la región de la Toscana. La fuente de la materia prima de miles de esculturas famosas.
Las canteras de mármos, son las majestuosas cicatrices blancas en las montañas han sido fuente de inspiración y asombro durante milenios. A través de tours especializados, podrás adentrarte en estos sitios impresionantes y entender la ardua labor detrás de cada bloque extraído. Al observar las canteras bajo el sol toscano, comprenderás por qué artistas como Miguel Ángel buscaban con tanto fervor el bloque perfecto aquí.
Tras explorar las canteras, dirígete al Museo del Mármol, donde descubrirás la historia, la geología y la evolución de las técnicas de extracción. Las piezas y herramientas en exposición te brindarán una visión profunda del arte y la artesanía del mármol.
El centro histórico de Carrara, aunque más modesto en comparación con otros destinos toscanos, está impregnado del espíritu de la piedra. La Catedral de San Andrés es un testimonio perfecto de ello, con su fachada y detalles exquisitos de mármol local. Las plazas, como Piazza Alberica, están salpicadas de esculturas que reflejan la pasión de la ciudad por este noble material.
Los estudios de escultura locales, ofrecen demostraciones, y algunos incluso clases donde puedes intentar tallar tu propia pequeña obra maestra. La conexión entre el artista y el mármol es palpable, una danza entre la forma y la función, entre la visión y la realidad.
Aunque Carrara es famosa por su mármol, su cocina es igualmente digna de elogio. Acompaña tus comidas con un vino de la región y siente cómo los sabores toscanos realzan tu experiencia.
18.- El Archipiélago Toscano
El Archipiélago Toscano, es un conjunto de joyas insulares en medio del mar Tirreno que te prometen una aventura inolvidable.
Iniciando por la Isla de Elba, la más grande y conocida del archipiélago. Sus playas de aguas cristalinas como Sansone o Biodola son ideales para un relajante día bajo el sol. Pero Elba es también historia. La presencia de Napoleón Bonaparte dejó un legado imborrable; visita la Villa dei Mulini en Portoferraio, donde el emperador vivió durante su exilio.
Capraia es una isla de origen volcánico que alberga un paisaje contrastante entre escarpadas costas y fértiles valles. El Puerto de Capraia es un pintoresco rincón lleno de encanto, donde los colores de las casas reflejan la vitalidad de su gente.
En la isla del Giglio, te espera el histórico Castillo Aldobrandesco. Desde sus muros, las vistas del azul profundo del mar son simplemente sublimes. Las playas, como Campese, son un deleite, con sus arenas finas y aguas turquesas.
Montecristo es una isla envuelta en misterio y leyenda. Conocida por la novela «El Conde de Montecristo» de Alexandre Dumas, esta reserva natural es un santuario de biodiversidad. Sin embargo, las visitas son limitadas, por lo que si logras acceder, te encontrarás con una experiencia exclusiva y enriquecedora.
Pianosa es una cápsula del tiempo. Antes prisión, hoy es un paraíso de tranquilidad. Aquí, la historia se entremezcla con playas vírgenes y sitios arqueológicos que narran historias de antiguas civilizaciones.
No podemos olvidarnos de Giannutri, con sus espectaculares calas y vestigios romanos, ni de la tranquila Gorgona, una isla prisión que ofrece tours guiados mostrando su peculiar modo de vida y sus paisajes impresionantes.
El Archipiélago Toscano es la sinfonía perfecta entre historia, naturaleza y mar. Un viaje que te transportará desde la gloria de la antigua Roma hasta la serenidad de las playas más hermosas del Mediterráneo.
19.- La zona de Maremma
La Maremma es una zona salvaje, con vastos paisajes, historia profunda y cultura viva que pocos viajeros llegan a conocer.
La ciudad de Grosseto, la capital de la Maremma, es una ciudad amurallada que alberga el bien conservado Muro Mediceo. Camina por sus estrechas calles hasta llegar a la Catedral de San Lorenzo, una joya del arte gótico y renacentista. En el Museo Arqueológico y de Arte de la Maremma, podrás sumergirte en siglos de historia y descubrir los tesoros que esta tierra ha guardado celosamente.
El Parque Natural de la Maremma es un oasis donde la biodiversidad florece en marismas, playas y colinas. Sigue los senderos para avistar flamencos, caballos salvajes y la milenaria Torre de Collelungo.
Saturnia te espera con sus termas naturales. Imagina relajarte en aguas termales al aire libre, rodeado de la serenidad del paisaje toscano. Estas aguas sulfurosas, ricas en minerales, no solo ofrecen bienestar físico, sino también un rejuvenecimiento del alma.
No puedes visitar la Maremma sin sumergirte en sus tradiciones culinarias. En Scansano, el vino Morellino espera para ser degustado. Su sabor, profundo y terroso, refleja el carácter indomable de esta tierra.
El encanto medieval de Pitigliano te transportará en el tiempo. Conocida como la «Pequeña Jerusalén» debido a su rica herencia judía, las calles de piedra y las casas que parecen surgir de los acantilados son un testimonio viviente de la historia.
Por último, Talamone, una joya escondida junto al mar, te brinda playas prístinas y una fortaleza que domina el horizonte.
20.- La Isla de Elba
Si la Toscana es la joya de Italia, la Isla de Elba es sin duda su gema más brillante. Con su mezcla única de playas doradas, paisajes montañosos y rica historia, Elba te invita a descubrir sus secretos.
Portoferraio es la principal ciudad de la isla. Aquí, las calles adoquinadas te llevarán a la antigua Fortaleza Medicea, que una vez protegió a la isla de piratas y ahora ofrece vistas panorámicas del puerto. A unos pasos de distancia, encontrarás la Villa dei Mulini, hogar de Napoleón durante su exilio, donde no sólo podrás explorar sus estancias, sino también sumergirte en la vida y época del emperador.
Desde la historia imperial a la espiritualidad, la Catedral de la Asunción se levanta majestuosamente en el corazón de la ciudad, siendo un testimonio de la devoción y el arte de siglos pasados.
Las playas de la isla de Elba son verdaderos santuarios de relax y belleza. Playa Sansone, con sus aguas turquesas y su arena blanca y fina, parece sacada de una postal. Mientras que en Playa Laconella, los atardeceres se pintan de tonos dorados y malvas, creando el escenario perfecto para un momento romántico.
El Parque Nacional del Archipiélago Toscano es un imperdible. Senderos que serpentean a través de bosques mediterráneos, miradores naturales y experiencias de buceo en aguas cristalinas te esperan.
Y para aquellos que buscan una experiencia auténticamente local, el Mercado de Marciana Marina es un deleite para los sentidos. Aquí, podrás comprar productos artesanales, degustar quesos de la región y sumergirte en el bullicioso ambiente de un mercado italiano.
21.- Pitigliano
Pitigliano es una joya esculpida en la toba volcánica, suspendida en el tiempo y esperando ser descubierta por aquellos con pasión por lo auténtico y lo mágico de la Toscana.
Desde lejos, sus edificaciones medievales sobresalen de un acantilado impresionante. Este pueblo, apodado la «Pequeña Jerusalén» debido a su rica historia judía, promete y cumple con aventuras inolvidables en cada paso.
Una visita obligada es el Ghetto Judío con su sinagoga histórica, una de las pocas restantes en Italia que remonta a tiempos medievales. Descubre la rica historia de la comunidad judía de Pitigliano mientras exploras las calles del barrio, que todavía llevan inscripciones en hebreo.
Adéntrate en el pasado de la región visitando las Viejas Cuevas y Tumbas Etruscas, las cuales datan de tiempos prehistóricos y ofrecen una visión única de las culturas antiguas que alguna vez florecieron aquí.
La Catedral de San Pedro y San Pablo es otro testimonio del rico tapeiz histórico de Pitigliano. Con su imponente fachada y arte sacro en el interior, es un lugar de serenidad y reflexión.
No puedes perderte el Museo Arqueológico al Aire Libre Alberto Manzi. Aquí, las historias de las civilizaciones pasadas se cuentan a través de artefactos bien conservados y restos arqueológicos.
Caminar por Via Zuccarelli te transportará a una época pasada. Rodeada de edificios de piedra y palacios antiguos, esta calle es el corazón palpitante de la ciudad y un perfecto lugar para degustar los vinos locales y la gastronomía toscana en alguna de sus acogedoras trattorias.
Piazza Garibaldi, el punto de encuentro local y el lugar perfecto para concluir tu viaje en el tiempo con un café o gelato.
22.- Rutas para visitar la Toscana
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