Enclavada en la majestuosa ladera rocosa de la orilla este del Lago Maggiore, la Ermita de Santa Caterina del Sasso es un verdadero tesoro escondido de paz y tranquilidad. Considerado uno de los santuarios más bellos de toda Italia, destaca no solo por su belleza arquitectónica, sino también por la impresionante panorámica que ofrece sobre el lago Maggiore.
En este artículo, nos embarcaremos en un viaje por el sinuoso camino que nos lleva a este fascinante monumento, lleno de misterio y tranquilidad, y exploraremos su historia, arte y la increíble naturaleza circundante. Acompáñanos en esta emocionante aventura y descubre por qué la visita a la Ermita de Santa Caterina del Sasso es una experiencia imprescindible en tu visita al Lago Maggiore.

Historia (breve) de la Ermita de Santa Catalina
El Eremo di Santa Caterina del Sasso, enclavado en la abrupta orilla del Lago Maggiore, cuenta con una rica y fascinante historia que se extiende a lo largo de los siglos. Según la tradición, su origen se remonta al mercader local Alberto Besozzi quien, tras sobrevivir milagrosamente a un naufragio en el lago, decidió retirarse a esa costa y vivir como ermitaño.
Fue el mismo Besozzi quien mandó construir una pequeña capilla en honor a Santa Caterina de Egipto durante el siglo XII. Con el tiempo, se le añadieron dos iglesias más, San Nicola y Santa Maria Nova, cuya existencia está documentada a partir del siglo XIV.
A lo largo de su existencia, la Ermita ha albergado a diferentes órdenes religiosas. Los dominicos se instalaron allí desde 1314 hasta 1645, seguidos por los monjes del convento milanés de Sant’Ambrogio ad Nemus. Después, los Carmelitas tomaron las riendas hasta 1770.

Uno de los eventos más singulares en la historia del santuario ocurrió a principios del siglo XVIII, cuando cinco enormes rocas, apodadas «las bailarinas», cayeron sobre la iglesia. Sorprendentemente, quedaron atascadas en la bóveda de una capilla, sin causar grandes daños, y permanecieron suspendidas durante casi dos siglos, hasta 1910.
A menudo se asocia el nombre de la Ermita, Santa Caterina del Sasso Ballaro, a estas rocas «bailarinas». Sin embargo, es más probable que su nombre derive de la cercana localidad de Ballarate. Desde 1970, el Eremo es propiedad de la Provincia de Varese. Ha sido administrado por diferentes órdenes, desde los dominicos entre 1986 y 1996, pasando por los oblatos benedictinos hasta 2018, y actualmente está bajo la custodia de la Fraternidad Franciscana de Betania desde la primavera de 2019.
La Ermita de Santa Caterina del Sasso sigue siendo un lugar de peregrinación y reflexión, un testamento vívido de la historia de fe y devoción en esta región de Italia.
De hecho pueden asistir a la misa y otras celebraciones religiosas, llegar en pelegrinaje, además de visitarla como turistas.
Visitar la Ermita de Santa Caterina

Visitar la Ermita de Santa Caterina es una experiencia enriquecedora, con su ubicación, sus vistas panorámicas y el valor histórico, podrán descubrir un lado menos mundano del Lago Maggiore.
La visita en sí, es bastante corta, en unos 20 minutos o incluso menos (si no leen o detallan). Nosotros llegamos en barco desde Stresa (unos 10 minutos). Desde el pequeño muelle (literalmente una plataforma entre la roca y el lago) tienen que subir unas 50 escaleras, no son difíciles así que no hay problemas.
La visita se paga 5€ por persona. Hay una pequeña taquilla en la entrada. Siguiendo por el corredor panorámico, entran en una pequeña sala con frescos y paneles informativos.

Siguiendo el recorrido, pasan por las casas (pocas) donde viven las monjas y en ocasiones se quedan los pelegrinos. Se llega a una pequeña plaza, justo frente a la Iglesia.
En la Iglesia pueden asistir a la misa, o simplemente visitarla. Admirar los frescos. Dentro en una urna de cristal, encuentran las reliquias del beato Alberto Besozzi, al cual se le atribuye la primera construcción del Monaterio. La capilla es del 1195, y fueron utilizadas las medidas del sepulcro de Santa Caterina de Alejandría para construirlo.

Sobre la Ermita de Santa Caterina del Sasso hay un estacionamiento y un pequeño bar. Son 268 escaleras para llegar hasta ellos, en alternativa pueden tomar un ascensor (1€ por persona). Yo subí en el ascensor y bajé por las escaleras. Digamos que arriba no hay puntos panorámicos, ya que el bar queda en una zona interna. Desde las escaleras hay algunos puntos panorámicos sobre el Lago.

Precios y horarios Ermita de Santa Caterina
La entrada al Ermita de Santa Caterina cuesta 5 € por persona. Los mayores de 65 años pagan 3€. Los niños entran gratis.
Se encuentra abierto, todos los días de 9.30 a 19.30 en los meses de alta temporada (15 marzo a 14 de octubre).
Abierta de 13.30 a 18.00 de lunes a viernes (15 octubre a 14 marzo). Sabado y domingo de 9.30 a 19.30.
El ascensor para llegar al estacionamiento cuesta 1€ por persona.
Si viajan en ferry desde Stresa, el boleto ida y vuelta cuesta 6,8€.
Ubicación y como llegar a la Ermita de Santa Caterina

El Eremo di Santa Caterina del Sasso es uno de los tesoros escondidos en la costa este del Lago Maggiore, en la región de Lombardía, en Italia. Existen varias formas de llegar hasta aquí, por tierra o por agua, cada una con su propio encanto.
Si eliges ir por carretera, puedes llegar hasta el aparcamiento en la parte superior de la colina, cerca del pueblo de Leggiuno, y desde allí tomar el sendero que desciende hasta la Ermita. En este caso, prepárate para la caminata, ya que tendrás que descender (y después ascender en el regreso) más de 260 escalones para llegar al monasterio. El esfuerzo vale la pena, pues las vistas panorámicas del lago durante el descenso son impresionantes.

También pueden bajar utilizando el ascensor (con un desnivel de 50 mts), es super moderno, nuevo, y limpio. Cuesta 1€ por persona. Lo recomiendo sobre todo para subir, sobre todo en verano. Pueden pagar en contante o con la tarjeta de crédito. Todo automatizado.

Otra opción es llegar por agua. Durante la temporada turística, los ferrys de la línea pública del Lago Maggiore ofrecen un servicio regular desde Stresa, Intra, y Luino, entre otros lugares, que hacen escala en la Ermita. Llegar en barco te permitirá disfrutar de una espectacular vista del santuario colgado en la roca desde el lago, una imagen que no olvidarás.
Una vez en la Ermita, puedes explorarla a tu ritmo, admirando la arquitectura, los frescos y, por supuesto, las impresionantes vistas del lago. Para la visita guiada, te recomendamos reservar con antelación a través de su página web oficial.
Ten en cuenta que el monasterio puede cerrar durante el almuerzo y que los horarios de apertura varían según la temporada, por lo que es aconsejable revisarlos antes de tu visita. Además, recuerda que se trata de un lugar sagrado y de gran importancia histórica, por lo que se debe respetar en todo momento. Fundamental llevar ropa adecuada, ya que se trata de un lugar de culto.

Si visitan las islas Borromeas, les recomiendo verificar el boleto que incluye también el Santuario. Recuerden verificar los horarios del ferry, ya que una hora es más que sucifiente para visitarlo, pueden hacer una parada para conocerlo y seguir a otros destinos del Lago Maggiore como la Isla Bella, la Isla Madre y la Isla de los Pescadores.
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Algun dia , estaremos visitando este lugar