Vistar las Catacumbas de Roma, cuantas son, donde se ubican, cuales visitar y conocer durante vuestro viaje a Roma.
Visitar las Catacumbas de Roma es una experiencia emocionante, que une el misterio del culto religioso con la historia de esta bella ciudad. Les recomiendo visitar al menos una de ellas durante vuestra visita a Roma. La mayor parte los turistas lo hacen después de visitar el centro histórico de Roma, pensando que es sólo algo más que ver, sin imaginar que las catacumbas representan un lado único y representativo de la ciudad.
Historia de las Catacumbas de Roma
Las catacumbas de Roma son antiguos cementerios subterráneos. Excavados en la toba volcánica fuera de las antiguas murallas de la ciudad, ya que en su interior estaba prohibido enterrar a los muertos por la ley «hominem mortuum en sepelito nieve urbe urito nieve«. (No se entierre ni se creme ningún cuerpo en la ciudad).
En el siglo I d. C los cristianos de Roma no tenían sus propios cementerios. Los que poseían un pedazo de tierra, lo usaban para enterrar a sus muertos, de lo contrario, utilizaban los cementerios comunes que también eran utilizados por los paganos. Por esta razón, San Pedro fue enterrado en la «necrópolis» ( «ciudad de los muertos») en la colina del Vaticano, al alcance de todos; Del mismo modo San Pablo fue enterrado en una necrópolis lo largo de la Via Ostiense. En la primera mitad del siglo II, como resultado de diversas subvenciones y donaciones, los cristianos empezaron a enterrar a sus muertos bajo tierra. Dando inicio a las catacumbas romanas.
Las primeras catacumbas nacieron alrededor de tumbas de familia, cuyos propietarios, recién convertidos, extendieron sus tumbas a sus hermanos de fé. De este período son los cementerio o catacumbas que llevan áun hoy el nombre de los propietarios o benefactores: las Catacumbas de Priscilla sulla Salaria, di Domitilla sulla Via delle Sette Chiese, di Pretestato sull’Appia Pignatelli, le Cripte di Lucina sull’Appia Antica. Con el tiempo las catacumbas se hicieron más grandes, y dejaron de ser privadas para ser organizadas y administradas por la Iglesia, como es el caso de las catacumbas de San Calixto.
Con el edicto de Milán, mejor conocido como «la tolerancia del cristianismo«, promulgado por los emperadores Constantino y Licinio en febrero de 313, los cristianos dejaron de ser perseguidos. Esto marco un importante cambio en la Iglesia y por supuesto en las catacumbas. Libres de profesar su fe, los cristianos iniciaron a construir lugares de culto e iglesias dentro y fuera de los muros de Roma. Hasta principicios del siglo V, cuando la Iglesia inició a enterrar sobretierra, las catacumbas siguieron funcionando como cementerios regulares. Alrededor de los 400-800 dC, las catacumbas fueron considerados auténticos santuarios de los mártires, y muchos peregrinos las visitaban con el único propósito de rezar en sus tumbas.
Cuando los bárbaros (Godos y Longobardos) invadieron Italia y bajaron a Roma, destruyeron sistemáticamente una gran cantidad de monumentos y saquearon muchos lugares, incluyendo las catacumbas. Impotentes frente de tales saqueos, hacia el final de los siglos VIII y principios del IX, los Papas decidieron mover las reliquias de los mártires y de los santos hascia las iglesias de la ciudad. Como consequencia las catacumbas fueron abandonadas por los pelegrinos y muchas de ellas totalmente olvidadas. De hecho, entre los deslizamientos de tierra y la vegetación la mayor parte de las entradas a las catacumbas quedaron escondidas, y olvidadas.
La exploración y el estudio científico de las catacumbas comenzaron, siglos más tarde, con Antonio Bosio (1575-1629), apodado el «Colombo de la Roma subterránea.» En el siglo pasado la exploración sistemática de las catacumbas, y en particular las de San Calixto, se llevó a cabo por Giovanni Battista de Rossi (1822-1894), a quien se considera el padre y fundador de la arqueología cristiana.
Catacumbas de Roma – Cúantas y cuáles son
No todas las catacumbas de Roma han sido descubiertas, en la actualidad sólo unos 60 son conocidos. Las catacumbas romanas, se construyeron a lo largo de las vías consulares, como: la Via Appia, la Vía Ostiense, la Vía Labicana, la Vía Tiburtina y la vía Nomentana. El cuidado de las catacumbas cristianas se confía a la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra.
Via Aurelia
•Catacumba de San Pancrazio
•Catacumba de Calepodio
•Catacumba de los dos Felipes
•Catacumba de los Santos Proceso y Martiniano
Via Portuense
•Catacumba de Ponciano
•Catacumbas de Generosa
Via Ostiense
•La tumba de San Pablo
•La tumba de San Timoteo
•catacumbas Commodilla
•Catacumba de Santa Tecla
Via Ardeatina
•Catacumba de los Santos Marcos y Marcellian (o Basileo)
•Catacumbas de Domitila
•Catacumba de Nunziatella
•Catacumba de Balbina (judía)
Via Appia
•Catacumbas de San Calixto
•catacumbas Praetextatus
•Catacumbas de San Sebastiano
•Hipogeo Vibia (con enterramientos promiscuos, paganos y cristianos)
•Catacumbas de Vigna Randanini
Via Latina
•Catacumba de los Santos de Gordiano y Epimachus
•Catacumba de Aproniano
•Hipogeo de Dino Compagni Via
•Hipogeo Trebio Giusto
Via Labicana
•Catacumbas de Marcelino y Pedro
•Catacumbas de San Zotico
•Hipogeo de la Aureli (catacumba gnóstico)
•Catacumba de San Cástulo
Via Tiburtina
•Catacumba de San Lorenzo
•Catacumba de Novaciano
•Catacumba de San Hipólito
•Catacumba de Santa Sinforosa
Via Nomentana
•Catacumba de San Nicomedes
•Catacumba de Santa Inés
•Catacumbas de San Alejandro
•Catacumbas de Villa Torlonia
Via Salaria Nova
•Catacumbas de Santa Felicita
•Catacumba de Trasone
•Catacumba de Sant’Ilaria
•Catacumba de jordanos
•catacumbas de Priscilla
•catacumbas de vía Anapo
Via Salaria Vetus
Via Flaminia•Catacumbas de San Valentino
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